La
verdad que es muy lindo pasear, irse de vacaciones, comprarse un par de zapatos
ir al teatro.etc. La televisión, internet, las revistas nos abruman día a día con publicidades y promociones tan
tentadoras que muchas veces caemos rendidos ante semejante ostentación.
La
Sociedad vive un efecto contagio en donde las personas viven compitiendo quien
tiene el mejor smart/pone, quien tiene el mejor LCD O LED , si tiene HD y ni
hablar de las marcas de ropa y Perfumes importados. Todo ello nos lleva a
ingresar a la fiebre que hoy se vive del consumo.
Nadie
dice que uno no pueda comprarse algo que realmente lo haga feliz y que hace
tiempo busca alcanzarlo, pero todo tiene su medida en la cual cada
uno sabe muy bien en qué lugar se encuentra de esta sociedad de consumo.
A
que llamo la medida que posee cada persona, es simple cada uno sabe muy bien
cuanto es su sueldo, cuales son los gastos fijos, cuanto puede ahorrar o no, y
que dinero dedica a el divertimento o a la vestimenta.
Pero
todo ello tienen una variable que muchas veces nos marea o nos lleva a la
perdición que es la bendita Tarjeta de Crédito y sus financiaciones a intereses
usureros en donde muchos de nosotros estamos embarcados en un agujero en donde
día a día nos hundimos más.
Si
bien la tarjeta de crédito es una herramienta que se utiliza para no llevar efectivo,
para gran parte de la gente es un arma de doble filo ya que nos hace tentar y
gastar el dinero que no poseemos y ese es el error en donde caemos
inevitablemente. Un ejemplo es el siguiente, una persona sale durante un mes
dos fin de semana a disfrutar con sus amigos, él sabe muy bien que dicho dinero
destinado a esas salidas ha sido separado oportunamente a principios de mes. Al
tercer fin de semana sus amigos lo incitan a salir nuevamente y ahí es donde
radica la duda que nos hace volcarnos a la diversión sin medir las
consecuencias de que dicha salida provocará un gasto que excede nuestro
presupuesto mensual. Por ende ese gasto que no está contemplado comienza mes a
mes a engrosar nuestra tarjeta de crédito volviéndose en una deuda que
tendremos que financiar. Si bien al principio puede no ser importante, si no se
disciplina dichas salidas tarde o temprano nos veremos en serios problemas.
Este
es uno de los tantos casos en que incurrimos con tal de seguir a nuestras amistades
que sin darnos cuenta nos empujan a gastos excesivos que seguramente no estábamos
dispuestos a tomar.
Por
eso siempre aconsejo que debemos planificar unos días antes de cobrar nuestra
mensualidad:
En
primer lugar debemos pagar nuestros gastos fijos, luego si nos sobrará algo de
dinero que porcentaje aplicaremos a la diversión y que porcentaje destinaremos
al ahorro. Si bien en algún mes nos podemos pasar de lo presupuestado para las
salidas al mes siguiente de alguna manera debemos compensar dicho exceso, si no
fuera así cometeríamos el error de ingresar en una carrera de ratas como dice
el autor de Padre Rico, Padre Pobre (Robert Kiyosaki).
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