De chico, cuando me daban dinero, sea por mi cumpleaños o por de una tía que venía a visitarme, siempre me guardaba la mitad en un caja de madera de habanos que me había regalado mi padre.
Cuando uno es pequeño, sueña con algo que a veces es poco alcanzable pero, yo sabía que con un gran esfuerzo lo podía conseguir. No era fácil, ya que las tentaciones eran muchas: golosinas; alguna salida que pagaba por mis padres que no podían hacerlo en ese momento y otras. Pero, cuando uno llega al objetivo, el goce es “lo más”, como dicen los chicos hoy. La felicidad que sentí cuando llegue al número que había planeado y me compré lo que anhelaba, era increíble, nadie podía quitar la sonrisa de mi pequeña cara.
Ya somos adultos y, por supuesto, los objetivos son otros. Algunos más grandes otros no tanto.
No admito que alguien me diga que no puede ahorrar de ninguna manera.
Les voy a demostrar cómo toda persona que trabaje, sea cual sea su sueldo, puede ahorrar y soñar en un objetivo. ¿Cómo? Supongamos que usted trabaja en relación de dependencia en el centro de la ciudad, tiene 45 minutos de viaje y la jornada laboral es de 8:30 horas con 45 minutos para almorzar. Sus gastos diarios son: un cafecito con una medialuna a la mañana antes de entrar, $10; un almuerzo, $25. Cada fin de mes, seguramente usted se sienta solo o con su pareja a hacer las cuentas de los gastos fijos que tiene. Allí, encuentra los almuerzos y todos los gastos en lo que incurre en el día a día laboral.
Puede que estos gastos resulten insignificantes en el día a día pero, si lo llevamos al mes, tendremos una cifra más que importante. Si no me equivoco, los gastos ascenderán a no menos de $700. Le pregunto: ¿qué porcentaje de su sueldo representa dicho importe?
Acá es donde comienza uno de los puntos a trabajar para todo aquel que quiera empezar a ahorrar y proyectar algo que le de placer.
Supongamos que usted sueña con hacer un lindo viaje al exterior pero, cada vez que llega fin de mes, usted no ha ahorrado un peso. Usted me preguntará: ¿cómo puedo eliminar el cafecito diario antes de entrar al trabajo? Simple, puede hacerse un desayuno suculento en su casa antes de salir. Aquí ya esta ahorrando el cafecito matinal, es un avance. El almuerzo quizás sea mas complejo, ya que todos debemos comer algo para sentirnos con energía durante el día pero, puede proponerse gastar la mitad del dinero destinado a tal fin, es una buena idea. En los centros de las ciudades, existe una gran variedad de ofertas que puede aprovechar.
Entonces llegamos a este punto. Eliminamos el cafecito de la mañana, son $10 menos; reducimos el almuerzo a la mitad, restamos otros $12. En este momento, nuestro ahorro diario creció en $22 que, multiplicado por 20 días laborables, nos da una suma mensual de $440.
Más que interesante, ¿no es así? Igual vuelvo a aclarar: en alguno de esos días en los que usted sale a almorzar, posiblemente algún compañero le sugiera ir a algún lugar que esta fuera de su presupuesto. Vaya igual, no es tan estricto este ahorro ni debe privarse de todo, lo importante es que lo disfrute y mantenga el objetivo final en el tiempo.
Un objetivo
Me gustaría viajar a los Estados Unidos o a Perú (Machu Pichu). Yo diría que con U$S 2000 podríamos cumplir nuestro objetivo, claro que sin mucho lujo pero estaríamos bastante cerca.
Entonces, ahorrando $440 por mes (equivalente aproximado a U$S 100), en dos añitos podríamos darnos ese lujo y, ni siquiera estamos teniendo en cuenta el cobro de alguna hora extra, aguinaldos o premios por productividad.
Conclusión
¿Tanto nos cuesta ahorrar y proyectar un objetivo? En este artículo les muestro lo fácil que puede ser y el poco esfuerzo que requiere. Ojo, debemos ser pacientes y privarnos de algunas pequeñeces pero, al llegar a la meta, el premio es importante.
De esta manera, usted podrá cumplir su viaje o su proyecto con solo tomar el cafecito en casa y reducir el costo de su almuerzo a la mitad.
Me pregunto: ¿Usted puede ahorrar? ¿Vale el esfuerzo?
Escucho opiniones.
Hernán Brito
Asesor financiero bursátil
Director fundador de Think Business