lunes, 25 de abril de 2011

En búsqueda de la libertad financiera

Mucho se dice de esta frase pero pocas personas en el mundo la aplican y viven de sus fabulosos beneficios. ¿Es para pocos? Yo no diría eso, al contrario, debería ser para unos cuantos pero hay que saber llegar.

Vayamos al grano: todo el mundo tiene el poder de ahorrar y no me digan que no es cierto. Sea cual sea el sueldo que tengas, siempre es posible separar algo de él y atesorarlo como un joya de la abuela. Continuamente me junto con personas que ganan no más de $2000. A veces me pregunto: ¿cómo viven? y, aún más, ¿cómo pueden ahorrar?

La respuesta es fácil: uno de ellos me comentó que, apenas cobra su mensualidad, separa dicho importe y no lo toca más. Así todos los meses hasta llegar al importe que se propuso como objetivo. ¿Como vive con este sueldo? Como todo el mundo pero sin gastos fuera de sus necesidades básicas. Esta persona tiene 28 años, tiene un hijo, su mujer cuida chicos de otras madres amigas y su ingreso no supera los $1000 mensuales. Ella me dice: “todo suma y es en beneficio de la familia”. Por supuesto, ellos tienen un objetivo: comprar un terreno en la Provincia de Bs As. para ir construyendo de a poco su rancho (forma que utilizan para referirse a su nuevo hogar).

Entonces me pregunto si esta familia con el ingreso arriba mencionado y en un país donde la inflación llega al 28% anual puede ahorrar.

Nos vamos a una media no tan lejana pero con ingresos familiares cercanos a los $6000. Seguramente, si hablamos con esta familia nos dirá lo siguiente: vivimos al día y no podemos ahorrar ya que los gastos fijos aumentan cada tres meses y debemos afrontar los grandes aumentos en las compras del supermercado mes a mes. Posiblemente, esta familia haya tenido que recortar sus gastos extras tanto en diversión como en alguna salida de la pareja que hace años era normal. Pero, esta familia también tendría que separar algo de sus ingresos para comenzar a ahorrar. Quizás sea más difícil ya que estaba acostumbrada a vivir de otra manera y, ahora, se encuentra con sus ingresos desbordados y en la obligación de endeudarse para seguir manteniendo su nivel de vida. La presión familiar crece, se hace muy pesado trabajar más que antes y que el dinero rinda menos.

Esta familia vive en una carrera de ratas y se inmola en un círculo de endeudamiento generado por financiaciones con tarjeta de crédito con intereses cercanos al 45% anual en donde el pago mínimo es lo común. Para estas familias, la tarjeta de crédito resulta ser un virus que se expande y que, silenciosamente, va destruyendo su capacidad de pago.

Lo ideal es dejar la tarjeta de crédito en casa y salir solo con la de débito, de esa manera, esta familia cuidará más sus pesos y se limitará en sus gastos. Es una muy buena alternativa para cuidar su economía y no incurrir en gastos innecesarios. 

Hoy en día, esta familia deberá aceptar que su capacidad de compra y gastos se redujo notablemente, razón por la que deberá reeducar su economía. Es difícil, pero el sacrificio vale la pena. Quizás lleve un par de años hacer que sus finanzas se normalicen pero es necesario por el bien de todo el grupo familiar. Además, una vez regularizadas las finanzas, buscarán la manera de ahorrar y empezar a crecer nuevamente pero, sin deudas.

Conclusión:

Analizando las dos familias, vemos que la que posee menores ingresos seguramente no tiene tarjeta de crédito. Esto hace que mes a mes se siente a “hacer los números” para manejarse durante todo ese periodo teniendo en cuenta, además, ahorrar. No vive de ilusiones y no tiene que demostrarle nada a nadie, se muestra tal cual y disfruta de sus proyectos y sueños a futuro.

La otra familia, vive luchando para mantenerse en un nivel de gastos que ya perdió por culpa de la inflación. Por querer vivir de la misma manera pagarán un costo muy alto si no se toman las medidas necesarias para normalizarse.

Conclusión 2:

Recomendación: propóngase ahorrar un importe fijo todo los meses, regule sus gastos y, si es posible, no use su tarjeta de crédito. Salga solo con la de débito y minimice los gastos innecesarios. 

De a poco verá como sus deudas disminuyen, eso será un gran incentivo para usted y su familia. Hable con ella, propóngale y consensue proyectos juntos asegurándose de que estos sean alcanzables para que, al conseguirlos, puedan disfrutarlos sin remordimientos. 

Generalmente, las personas que están en relación de dependencia y viven con sus gastos al límite, se endeudan continuamente intentando mantener su nivel de vida pensando que algún día la situación cambiará. Yo les sugiero: no pierdan tiempo, el cambio viene desde el interior de uno mismo y ahí es donde comienza a aflorar ese objetivo, el de ser libres financieramente.

En otra nota seguiremos hablando de este tema y daremos algunos consejos para que sus finanzas sean un relojito y no dependa solo de su sueldo. 


Hernán Brito
Asesor financiero bursátil
Director fundador de Think Business

1 comentario:

  1. Cuantas personas saben que con perseverancia y actitud proactiva uno puede Financiarse a simismo.

    ResponderEliminar