jueves, 5 de mayo de 2011

En búsqueda de la libertad financiera (segunda parte)

En la primera nota analizamos a dos familias en un mismo contexto pero con una diferencia muy sustancial y que quizás sea el nudo de la cuestión, el mismo es el crédito que tiene la familia con mayores ingresos (siendo ese su gran problema), ya que la familia con menos ingresos no se preocupa y piensa en el ahorro genuino. Seguramente tardará un poco más en llegar al objetivo, pero será doblemente festejado porque el esfuerzo les habrá resultado enorme, sobre todo teniendo en cuenta que al ser humildes, en un mundo tan perverso donde pocos tienen mucho y muchos no tienen nada ni pueden acceder a nada, ellos pudieron alcanzar su objetivo. 

Todas las familias empezando por los adultos deberán sentarse en su living a fin de mes y juntar los sueldos y programar cómo se va a manejar su economía. 

Primero: ante todo es fundamental separar el dinero para abonar los gastos fijos. Llamo a esto alquiler, expensas, impuestos y servicios, tarjetas de crédito (si las hay, y, este es otro de los temas a recalcar o marcar con fibra roja) colegio de los niños y compras del supermercado, cable, teléfono, internet, etc. Si somos propietarios obviamos el alquiler. 

Una vez separado ese dinero podemos separar también los viáticos, almuerzos del trabajo y viandas de los niños, no hay que olvidar que siempre aparece algún par de zapatillas o alguna vestimenta para algún integrante de la familia. Hasta acá tendríamos, me parece, todo cubierto; y si la familia acostumbra salir una o dos veces por mes les recomiendo separar ese importe también. 

Tenemos todos los gastos controlados por el momento. Ahora bien, supongamos que pagando todos los gastos fijos y teniendo en cuenta los imprevistos, aún nos sobra cierta suma dinero. Puede ser $ 1500, tal vez $ 800 o quizás $ 500. 

Las tres sumas lucen interesantes a la vista en una familia tipo (matrimonio y dos hijos). 

< La clave es proponérselo >

Si estamos en la suma mayor ($ 1500), les sugiero juntar $ 1000 por mes, quizás no sea el mismo importe todos los meses pero es un número importante. En los otros dos casos apostaría por lo menos a ahorrar un 70 % de los valores arriba mencionados. 

Pasa el tiempo y llegamos a nuestra ansiada meta: para unos serán $ 10.000 para otros $20.000 y así diferentes sumas. Esta es la piedra angular de todo nuestro diseño de proyecto, es el momento en donde tenemos que sentarnos y analizar cada movimiento ya que de este proyecto comenzará a fluir nuestra libertad financiera. 

Cuando digo que es el momento en donde no debemos equivocarnos ya que el esfuerzo que se hizo para llegar a nuestro monto proyectado seguramente nos costó mucho tiempo y dinero por eso el análisis de lo que vamos hacer debe ser muy bien estudiado y dirigido. 

En este punto comienza a jugar el factor oportunidad, la visión, el ver más allá del bosque, estar interiorizado de lo que pasa en el mundo de los negocios y saber dirigir nuestra inversión hacia ese objetivo. 

Nunca olvide que lo obvio no es negocio, es decir que lo que está a la vista de todos no sirve, pasó de moda, el negocio ya lo hizo otro que vió el nicho y hace tiempo lo aprovechó. 

Es fundamental leer diarios y revistas que hablen de economía y de interés general hay que estar bien atentos ya que hay diversos artículos pequeños a veces que nos dan una señal de lo que puede suceder en el tiempo. 

Vamos a una experiencia propia. Desde el año 1995 trabajé en una importante empresa privada y luego de 15 años la empresa prescindió de mis servicios por restructuración de la compañía y me pagó lo que me correspondía. Ese fue un momento muy duro, primero porque nunca me había pasado algo similar, y, segundo, porque a los 43 años, con un nivel de vida determinado, tuve que sentarme y proyectar una nueva vida, que seguramente sería muy distinta a la que llevaba. 

Ese es el famoso punto de inflexión en donde uno comienza a desarrollar nuevas ideas, proyectos antes aplazados por el poco tiempo libre que uno tenía al trabajar y dedicarse a su familia, y la cabeza no para de rodar y pensar. Hay que ser fuertes ya que el otro lado que es el oscuro nos lleva a la depresión y el bajón y de ahí es muy difícil salir, por eso hay que poner toda la energía y pensar que las cosas pasan por algo y siempre este tipo de situaciones nos marcan que un nuevo y mejor rumbo.

< Es una oportunidad que nos toca la puerta, quizás sea el momento de empezar a ser libres financieramente >

Dentro del asesoramiento que brindamos a través de Think Business, los ayudamos a analizar, planificar, poner objetivos con el fin de que ud. logre su libertad financiera. No dude en consultarnos.

Hernán Brito
Asesor financiero bursátil
Director fundador de Think Business
Mail: thinkbusiness.asesoramiento@gmail.com

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